lunes, 14 de mayo de 2007

TODO LO QUE NECESITAS ES AMOR…

Molèculas estudiadas por el Dr.Masaru Emoto



Los grandes maestros de todas las religiones pusieron de manifiesto dentro de sus enseñanzas al amor como el valor principal. “Ama a tu prójimo como a ti mismo” dijo Jesús al pueblo de Israel y al resto del mundo. De hecho, el mismo Jesús brindó con su doctrina una clase de amor que sus coetáneos desconocían: el amor fraternal. Por eso se dijo de Él: “Nadie ha dado más amor por sus amigos”.

Pero, ¿qué es el amor? y ¿cuántas clases de amor existen? De acuerdo al diccionario etimológico chileno, http://etimologias.dechile.net/?A : Amor. Una (falsa) teoría de la etimología de la palabra amor, es que es una palabra compuesta del latín, donde “a” significa “sin” y “mor” es una contracción de la palabra “mortem” que significa “muerte”, entonces, Amor quiere decir, “sin muerte”, por o tanto, el amor es la eternidad.

Para los diferentes pensadores, se trata de una necesidad emocional y psicológica que no sólo es percibida por los reinos animal y vegetal. Resulta que hasta elementos como el agua, estudiada por el japonés, Dr. Masaru Emoto, quien descubrió que “siente”, cuando experimentó fotografiarla en su estado sólido, es decir, congelada en un frasco y se le pegaban etiquetas con palabras agresivas o afectivas, o sometiéndola a grabaciones de oraciones o voces de dictadores como Hitler; o aplicándoles música de compositores clásicos como Bach o Beethoven y contrastándolas con música contemporánea como Heavy Metal, mostrando a nivel molecular su grado de “malestar” o “bienestar” respectivamente.
Concluye este investigador que, si el ser humano está compuesto en un 70% de agua, es necesario reflexionar el efecto que en nosotros produce este fenómeno:
“Si un simple “muchas gracias” cambia una molécula de agua, imaginen lo que una oración, palabras de amor, fraternidad, valentía, amistad, pueden hacer recorriendo nuestro cuerpo cargado de agua. ¡Si ocurre fuera de nuestro cuerpo, ocurrirá dentro de él también, cada vez que obremos con amor y rectitud! Pero conviene recordar que al revés, también ocurrirá con palabras o sentimientos de odio, envidia, venganza, etcétera. Y es con eso que la gente puede enfermar, con agua cargada de energía negativa y destructiva. ¡Muchas dolencias comienzan a partir de nosotros! ¡Con todo, si quisiéramos, esto acabaría si nosotros lo hiciéramos posible!”.

Es decir, actuando conscientes y bondadosamente. En nosotros está la elección: ¿Actuar con amor, verdad, rectitud, paz y benevolencia, para reestructurar nuestras vidas, dándoles felicidad, salud y belleza interior, o añadir más agregados del mundo inconsciente en que patológicamente estamos inmersos?

En este sentido, Leo Buscaglia, es uno de los tantos investigadores que se han avocado a tratar el tema, tan es así que, ha implementado su cátedra en las universidades de EUA donde imparte su magisterio. Tomando ejemplo de este autor, sería interesantísimo que la SEP y las asociaciones de padres de familia, así como los Medios Masivos de Comunicación, se avocaran a tratar el tema con seriedad ¡y hasta cariño!, pues se ha olvidado lo esencial que nos caracteriza como seres pensantes: amar, pero sobre todo, expresarlo con honestidad y enseñarlo a hacer a los más pequeños, además de recordárselo a los adultos. Con ello, tal vez se evitarían familias disfuncionales, divorcios, maltrato físico, drogas, conductas antisociales y mucho malestar que queda de manifiesto en frustraciones, una baja autoestima o depresiones y patologías más graves, en un mundo urgido de este valor supremo.

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